Bienvenidos a Cocina de Vale

Antes de empezar a contarte un poco de mi historia, te quiero agradecer por visitar mi página. Cocina de Vale ha sido mi sueño desde hace muchos años. Siempre he tenido esta loca pasión por la comida y todos mis mejores recuerdos han estado relacionados a algún plato que compartí con mis seres queridos.

No soy chef, sino que una cocinera amateur, que respeta la comida, los ingredientes y la cultura detrás de cada plato. Me encanta crear nuevos platos y tiendo a inspirarme en algo que probé en mis viajes o en algún restaurant especial. También disfruto experimentando y probando nuevas ideas, así es como he creado la mayoría de mis recetas.

En cuanto a mi historia, provengo de una ciudad en el sur de Chile. Crecí ahí con mi familia: mis padres, mi hermano y mi tío abuelo. Todo lo que hacíamos como familia estaba relacionado a la comida. Nosotros vivimos para comer y disfrutar la vida a través de la comida.

Mi madre fue quien me introdujo en este increíble mundo. Ella tiene el talento de crear un plato de la nada y todos sus platos son igual de deliciosos. Siempre trabajó mucho, por lo que sólo cocinaba los fines de semana. Una de sus actividades favoritas era ir al mercado, que está al lado de nuestra casa, a comprar verduras, frutas, pescados y carne, todo fresco y cocinarnos una comida de cuatro platos.

Ella me enseñó a apreciar la belleza en el olor de las verduras frescas y el respeto que debemos darle a cada ingrediente al momento de cocinarlo. Mi mamá es mi gran musa, mi inspiración en todo lo que cocino y le estaré eternamente agradecida por todo lo que me enseñó.

Por otro parte, mi tío era quien cocinaba en casa el resto de la semana. Él se crió en el campo y aprendió a cocinar siendo adulto, sin embargo, mi tío tiene unas manos mágicas, que han creado algunos de los platos más increíbles que he comido en mi vida.

Siempre me dejó ayudarlo en la cocina y siempre pedía mi opinión. Ese fue mi primer rol en la familia: yo era la que probaba los platos y les decía que era lo que les faltaba.

Cuando me vine a vivir a Austria, empecé a cocinar comida típica chilena por primera vez en mi vida y mi tío siempre me ha ayudado dándome tips o ideas de como llegar a su sabor. Aunque ahora él está mucho más viejito, le sigue ayudando a mi mamá a cocinar y cocina conmigo cada vez que voy a Chile o cuando ellos nos visitan en Viena.

Mi hermano también heredó el amor por la cocina de mi madre. Él cocina increíble y tiene ideas maravillosas, aunque no ha tenido la oportunidad de viajar tanto como le gustaría. Es impresionante la capacidad que tienen mi hermano y mi mamá de llegar a crear sabores (de comidas de países más exóticos, por ejemplo) a pesar de nunca haber probado algo así. Admiro profundamente su talento y su pasión.

Mi padre es el único que casi nunca cocina, pero es el encargado de hacer los asados y un plato típico chileno llamado “curanto”. Aunque no disfruta cocinar, cuando lo hace, se toma el tiempo y crea grandes platos, que por supuesto siempre acompaña con un buen vino chileno (¿hay algún vino chileno que no sea bueno? no lo creo). Mi amor por el vino y los asados viene de él.

Mi papá siempre ha disfrutado comer, pero por sobre todo disfruta de la comida de mi mamá y disfrutaba de la de mi abuelita (ella también fue una de las personas que me inspiró a cocinar). Mi abuelita siempre cocinó riquísimo y creaba un festín para toda su familia cada vez que se reunían. ¡Qué talento tenía! Y su pan casero era de otro mundo.

Cuando me mudé a Austria, tuve que empezar a cocinar todo el tiempo. Todo era nuevo y todo tenía un sabor distinto, hasta la sal. No tenía mucho dinero para comprar productos latinoamericanos, los que adicionalmente tenían el precio de “productos exóticos”, por otra parte, tampoco tenía para comprar productos que comía todo el tiempo en Chile, como pescados o verduras y frutas frescas. Al principio fue muy difícil, pero de a poco me fui acostumbrando y me enamoré nuevamente de la cocina.

Mi esposo es mi gran admirador. A él le encanta todo lo que cocino y siempre está dispuesto a probar mis ideas locas. De alguna manera, él me introdujo a un concepto que mi familia y yo nunca habíamos utilizado: seguir los pasos de una receta. ¡Qué irónico! ¿cierto? 7 años después y aquí estoy, escribiendo en un blog lleno de recetas.

Mis habilidades en la repostería han mejorado desde que estoy con él. Mi esposo no cocina mucho, pero cuando lo hace, sobre todo a los platos dulces, le pone tanto amor y paciencia, que todos sus platos terminan siendo deliciosos. Él prepara, en mi opinión, las mejores recetas dulces típicas de Austria.

Su apoyo incondicional es lo que me llevó a crear este proyecto. Mi esposo vio lo feliz que soy cuando cocino. La cocina ha sido la principal terapia para mis manos, tengo una enfermedad crónica que las ha ido dañando lentamente, entre otras cosas, pero cocinar me ha ayudado hasta en los peores momentos.

Después de tener varios trabajos en distintas áreas y muchas dificultades para mantener esos trabajos por mis problemas de salud, decidí seguir mi sueño y crear algo con mi mayor pasión y terapia: la comida. ¡Y aquí estamos! Muchas gracias por ser parte de mi sueño, espero de todo corazón que disfrutes mis recetas y que mi página te sirva de inspiración.

¡Qué disfrutes cocinando!

Valeria

 

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